Después de la tormenta, viene la calma. Nuestro sistema educativo está a punto de experimentar un gran pacto "importante, serio y necesario" entre las grandes formaciones políticas que acaparan la mayor parte del espacio en el hemiciclo. A lo largo de los últimos veinte años las reformas educativas han sido el juego bélico preferido de los políticos en las sucesivas legislaturas. Ahora, cansados, deciden firmar un armisticio a través de un achuchón de manos.
El acuerdo surge de una proposición no de ley del Grupo Socialista a la que se incorporó una enmienda de los conservadores. La Propuesta de Resolución fue votada por ambos, y en ella se insta a la Junta de Castilla y León a trabajar en favor de un pacto educativo de alcance nacional. En dicho documento se proponen como materias objeto del pacto:
- La sensibilización social sobre la importancia del sistema educativo.
- Promover que las familias participen activamente en la educación de sus hijos.
- La revalorización social de la labor docente y el respeto a los profesores.
- La lucha contra el fracaso escolar.
- Trabajar para lograr la calidad y excelencia en el sistema educativo español.
- Refuerzo de las materias instrumentales.
- Impulsar el valor del esfuerzo y la convivencia como elementos esenciales.
- Asegurar una financiación adecuada que garantice la igualdad de los cuidadanos en el acceso a la educación.
- Incrementar la coordinación en las distinas administraciones educativas.Favorecer la concienciación social de que formación y educación son garantías de una sociedad de futuro.
El último informe sobre gasto público en educación como porcentaje del PIB en los diferentes países de la OCDE (2006), deja a España el tercero por la cola con un miserable 4'3%, sólo por delante de Chile y de Japón. Los puestos más altos están encabezados por los países escandinavos, con porcentajes comprendidos entre el 6'1 y el 6'8. Curiosamente, Suecia y Finlandia superan a España en alumnos dentro del nivel uno de competencia científica en la escala OCDE-PISA...¿será casualidad?
Durante el curso 2008-2009, en las Enseñanzas de Régimen General, sólo el 67,3% de los alumnos estaban matriculados en centros públicos, un porcentaje muy por debajo al del resto de Europa, donde llegó en algunos casos al 95% (Francia, Alemania y países escandinavos). Esto da una idea del deterioro al que se está sometiendo a la educación de todos en nuestro país.
El primer paso para una educación ciudadana, libre, independiente y de calidad, es la garantía de una educación que llegue a todos los ciudadanos. Para ello, es imprescindible que los fondos públicos se destinen únicamente a la escuela pública y suprimir los conciertos a la privada, la cual en la mayoría de los casos, está en manos de la Iglesia Católica (por lo tanto, no garante de una enseñanza libre).
En definitiva, un pacto educativo que no resuelva la situación de la pública no es más que un parche. Los parámetros que miden la calidad de nuestro sistema educativo exigen garantías desde la educación pública, ya que sólo la escuela de todos llega a todos.
3 comentarios:
Sí, porque en los concertados no hay igualdad, en muchos de ellos se coge a los inmigrantes y a las minorías y se les agrupa y separa, sepan o no sepan español e independientemente de consideraciones educativas.
"Asegurar una financiación adecuada que garantice la igualdad de los ciudadanos en el acceso a la educación". Es ese punto en el que se debería de incluir la eliminación de los conciertos con la enseñanza privada, por definición privada y tutelada por poderes privados (con intereses privados). Pero por desgracia me da la impresión de que muchos padres españoles quieren dar una "educación" a sus hijos que les garantice un puesto en ciertas esferas dominantes, no una buena formación de conocimientos y valores.
Es cierto lo que dices, MarionetaComoTú, pero no tengo esperanzas de que el punto que has citado termine incluyendo la eliminación de los conciertos, es más, la tendencia sigue siendo, cada vez más, apoyar a la enseñanza privada en detrimento de la pública. No me refiero sólo al aspecto económico, sino también social. Aquí entra en juego el comentario de Silvano: Al parecer, la enseñanza pública se está convirtiendo en la escuela de los pobres, de los inmigrantes y de las minorías étnicas, mientras que a la privada se le sigue permitiendo rechazar (a la mayoría) estos alumnos y remitirlos a centros públicos para mostrar luego unos resultados educativos brillantes (me refiero sólo a las calificaciones de las materias que logran sus alumnos) Así, en los centros públicos se produce una masificación de alumnos en desventaja y que muchas veces no pueden recibir una atención especializada por la falta de recursos.
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